viernes, 10 de julio de 2009

Comenzaré dándo los motivos de la publicación de esta carta, que a propósito, son breves:



1.- Le escribo porque estoy despechada, dolida, triste y lástimada en el mas amplio significado de la palabra.

2.- Porque hoy me quería hablar, y no guardarme el dolor que me provocaste durante tus intermitentes entradas y salidas en mi existencia.

3.- Porque ya basta de que la indiferencia, inevitable y erráticamente elegida como mejor opción cuando te hieren, sea la excusa perfecta y el proceso necesario para que no sientas ningún tipo de remordimiento por haber sido tan ingenua.

4.- Porque no siempre “el mejor desprecio es no hacer aprecio, ni el silencio es el mejor aliado“.

5.- Porque soy una mujer libre, independiente y con la voz lo suficientemente fuerte para poder gritar lo que me venga en gana.





Proseguiré dándo las gracias:


Gracias por engañarme, cuando confiaba en vos, porque me hiciste valorar mi propia ética. Gracias por no atender a mi llamada, cuando la tristeza estaba conmigo, porque acabaste conmigo, poniendo punto y final a una patética historia de amor. Gracias por no darme ni la tercera parte de lo que yo necesitaba, porque agudizaste mi capacidad para valerme por mi misma. Gracias por no recordar mi nombre hoy en día, porque haber convertido el olvido en algo bello y satisfactorio. Gracias por ser desleal e infiel porque elegiste nuestro propio camino a ciegas, devolviendo la claridad al mio. Gracias por dejarme insatisfecha en la cama, porque pude sacar provecho a una inversión de casi 100 pesos. ( además de encontrarle utilidad a las pilas). Gracias por acobardarte cuando dije…¿Qué dije?…uhm…no lo recuerdo…el olvido es taaaaaaaaaaan satisfactorio…y esos 100 pavos están tan bien invertidos…Gracias a vos que ahora lo estas leyendo, y contestas mentalmente con un “de nada” y una risita, porque demostras que la sensibilidad de un buque mercante es infinitamente mayor que la tuya. Y finalmente, te doy las gracias de corazón, por no permanecer actualmente conmigo, porque todo el mundo sabe, que una fruta sana, es la que no tiene gusanos.



Y acabaré con las dedicatorias, todo un clásico:



Dedicado a vos que no valoraste la inteligencia de una buena relación. A vos, infame que entraste en mi vida sin permiso. A vos que aparentabas tener un buen fondo, rellenándolo con medias. A vos que pretendías “algo grande”, utilizando el método anterior. A vos que me hiciste llorar de risa, recordando tus pensamientos profundos. A vos que creías que caricias, era un suavizante. A vos que vivías conmigo, tenías sexo con tu amante y se pasaban horas intentando entender el mecanismo de la Epilady. A vos que decias que era amor, pero con H. A vos que no fuiste, no estas y no recordas. A vos, ENHORABUENA. BUEN TRABAJO.




Nota:



La publicación de esta carta, solo va dirigida a él que no me hizo sentir bien, y no tuve oportunidad para decirlo. El resto de hombres maravillosos que hoy por hoy, siguen en mi vida, (que son muchos) espero que no se hayan ofendido. Ya me conocen....No se trata de que se identifique, si no de una cruzada contra el silencio tanto masculino, como femenino. Porque en ocasiones, no hay que callar si te han hecho daño. Que el otro rectifique o no, que se arrepienta o no...eso ya no es nuestro problema. Pero la liberación de unas cuantas cosas bien dichas... si que es nuestro premio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario